sábado, 30 de diciembre de 2017

Destete

Trece meses y medio ha durado la lactancia de Saladito. Trece meses y medio que me han sabido a muy poco… U_U En este caso no ha habido un destete respetado, no al menos por su parte, ¡yo no estaba preparada para dejarlo!

Saladito nunca ha sido muy “tetero”, desde recién nacido sabía que la lactancia iba a durar menos que con bollito, pero ni me imaginaba tan poco tiempo, ni que sería tan brusco. Desde que comenzó la AC ya daba señales de que la teta le iba sobrando, pero el se seguía enganchando. Las únicas tomas que de verdad demandaba era las de los despertares nocturnos. Pero desde que cumplió el año, si yo le ofrecía durante el día me rechazaba directamente, me giraba la cabeza enfadado y me apartaba con las manos. Así todos los días, hasta que empecé a no ofrecer más durante el día.

Por las noches él seguía demandando, pero cada vez las tomas eran más cortas, algunas se limitaban al agarre y poco más y en la mayoría se volvía a dormir antes del primer minuto. Ahí le empecé a ofrecer por la mañana al levantarnos, porque como no bebe leche de vaca (mis hijos no son aficionados a la leche, qué le vamos a hacer), quería que siguiera lactando. Los primeros días aceptó, pero como a la semana o así, también empezó a rechazar esa toma.

Entonces llegó la operación realojo, de la que os hablaré en la siguiente entrada y ahí sí que sí, llegó el fin… Las primera semana más o menos hizo alguna toma y si veía que me tumbaba, me pedía. Pero una vez que se acostumbró a su cama, dejó de pedir tetita y a rechazarla si le ofrecía. Y ahí acabó todo, ha sido cuando él ha querido, pero yo no estaba preparada. Ahora, si se despierta, bebe agua y listo, a seguir durmiendo.

Sí que es verdad que a mí ya me iban pesando tantos años de lactancia, pero teniendo en cuenta lo que me gusta alimentar a mis cachorros y que esta será mi última lactancia, me da una pena enorme y una nostalgia que se me saltan las lagrimillas. Lo que sí me queda es el buen sabor de que ha sido totalmente natural, nada forzada y cuando Saladito ha querido, yo no he intervenido en ningún momento. Así que, se cierra otra etapa en la evolución de mi niño.