jueves, 22 de mayo de 2014

37 semanas!

Ya estamos a las puertas de conocer a bollito! Tres semanas, madre mía, que expectación!! Y es que hace unos meses lo veía tan lejano...

Quería contaros como me está yendo este último més. Pues salvo por la incomodidad lógica de la panza a estas alturas, me encuentro como una rosa! Yo creo que está siendo el mejor mes del embarazo, cero molestias, cero hinchazón, el estreñimiento ha mejorado algo (aunque sin tirar cohetes), en fin, que creo que se me va a quedar buen sabor de boca después de todo. Por supuesto, también hay peros, como el hecho de que no pego ojo por las noches, aunque esto me lo tomaré como un entrenamiento para lo que está por venir!

Con respecto a las contracciones, aún no he notado un aumento comparando con semanas anteriores (algunas compañeras de la preparación al parto sí lo hacen), por lo que me da a mí que bollito se va a acomodar y nos va a hacer esperar... Aunque en estas cosas nunca se sabe.

En cuanto a bollito, ya no se mueve tan enérgicamente como antes, pero no para en todo el día! Eso sí, los ratos de descanso los respeta, espero que siga así cuando esté fuera!! (Ilusa de mí, jejeje).

Pues poco más os puedo contar ya... Bueno sí, por riesgo de pérdida del tapón mucoso en estas semanas he dejado ya de nadar, y jopé, lo hecho de menos... Andar me motiva menos que la piscina... Pero en fín, andar ayuda más a que bollito se vaya colocando para el gran día!!

miércoles, 14 de mayo de 2014

Bésame mucho, pero que mucho mucho

Y eso es lo voy a hacer bollito mío, comerte a besos en cuanto te tenga en brazos. Qué poquito queda para el gran día, aunque estas cuatro semanas que (en teoría, ja! bendita teoría) aún quedan se me harán eternas.

Después de haber leído el libro Bésame Mucho del pediatra Carlos González voy a dejar constancia de las expectativas que tengo en torno a la maternidad, para después hacerme un "exámen" y ver cuanto se acerca la realidad a lo que yo espero que sea. El libro me ha gustado bastante, aunque algunos ejemplos me parecen un poco bestias y se asemeja al concepto que me estoy creando sobre ser madre durante estos meses que está durando el embarazo, aunque creo que la clave del éxito no radica en seguir tal o cual método o lo que tal o cual persona te está diciendo en exclusiva, sino en ir adaptando diferentes puntos de vista y maneras de proceder en función de la necesidad del momento, ¡para eso tenemos el instinto y conocemos a nuestr@ hij@!

De esta forma y desde la inexperiencia, tengo muy claro que mi bollito no va a llorar desconsoladamente en otro cuarto sin que ni su madre ni su padre vayan a consolarla. De hecho, si llora será en nuestro cuarto, en la cunita que tendrá pegadita junto a mí para comodidad de las dos y tranquilidad mía. En principio no practicaré el colecho puro, pues la forma de dormir, sobre todo del padre, creo que no es compatible con un bebé en la cama, pues la tendencia es a estar arropados hasta las cejas, literalmente, con lo que aumentaría el riesgo de asfixia, así que hemos decidido colocar una cuna de colecho para así tenerla cerca sin correr riesgos innecesarios (bueno, cuna de ikea adaptada, la crisis es la crisis!). Y esta práctica se alargará tanto como sea necesario, no tengo pensado poner tiempos, cuando ella esté preparada se irá a su cuarto (cada niño es único, intentar tratarlos como máquinas es inútil).

Elegimos el colecho para facilitar la lactancia materna por las noches y poder compaginarla mejor con el descanso nocturno, tanto de bollito como mío, pues tengo muy claro que será lactancia a demanda y prolongada en el tiempo todo lo que mi pequeña quiera. Lactancia exclusiva hasta los seis meses y alimentación mixta en adelante.

Practicaremos el porteo, aunque en verano seguramente el padre lo hará más que yo, que sudo muchísimo y no me gustaría que bollito fuera incómoda por mi culpa, pues ya sabemos todos que los bebés parecen pequeñas estufas y si encima su madre también lo es... ¡mezcla explosiva!. Desde el principio, la humanidad a transportado a sus "crías" en brazos y creo que nadie con 10 años necesita que le lleven así, además creo que hay que disfrutar del tiempo en que nos necesitan tanto y dejarles claro que estaremos ahí siempre que nos necesiten, tanto si es constantemente (como cuando son bebés) como si es más espaciado (según vayan creciendo), pues por mucho que nos resistamos crecerán y según vayan aprendiendo cosas, las querrán poner en práctica y nos irán necesitando menos (una de ellas será andar y ya no necesitarán que les llevemos de un lado para otro). Será bonito vivir eso, pero estoy segura de que generará tanta y tanta nostalgia que hay que exprimir al máximo cada momento.

Y para terminar, besos, besos, besos y más besos (y abrazos, caricias.....). Prefiero que se "mal acostumbre" a los besos y abrazos y no a la indiferencia de unos padres que, sin saber por qué, no van cuando los llama.