jueves, 3 de octubre de 2013

Os pongo en antecedentes...

Hola a todos!

Esta es mi primera experiencia en esto de los blog y admito que no sé muy bien por dónde empezar...

Os pondré en antecedentes: desde mayo de 2012, mi pareja y yo andamos en busca de la ampliación familiar. Sí, ya sé que esto ya está muy visto por internet, parejas que tardan la vida en embarazarse, llegando incluso a recurrir a métodos artificiales, pero es que necesito un sitio donde poder desahogarme y gritar en silencio, un sitio donde la gente que se anime a entrar no sea condescendiente y no me suelte frases como “no te preocupes, ya vendrá, ¡si sois muy jóvenes!”.

Bueno, que me lío, pues eso, después de 10 laaaaargos meses conseguimos nuestro tan esperado positivo. Dejamos a toda la familia boquiabierta, nadie sabía que andábamos buscándolo. Yo empecé a recibir toda clase de mimos, sobre todo de mi madre (¡menú a la carta y todo!) y me sentía en una nube, parecía idiota, todo el día con la sonrisa en la boca (menos cuando la progesterona me subía la “malaostia”).

Mi marido el pobre tuvo que aguantarme muchos días de mal humor, otros tantos de apatía y ¡¡casi todos de bella durmiente!! Mucha gente me decía que era un poco exagerado lo que dormía, pero era increíble el sueño que tenía. Todo esto se mantuvo hasta que llegó el tan esperado día de la ecografía de las 12 semanas. Yo iba en el coche pensando ya en el pijamita que iba a comprar nada más salir de la consulta para celebrarlo oficialmente sin saber que un rato más tarde me darían la segunda peor noticia de mi vida, además de resolver el misterio de tanto sueño.

Después de las consabidas esperas en la seguridad social por megafonía se oyó mi nombre y los dos con nuestra sonrisilla nerviosa nos plantamos delante de la ginecóloga. Tras comentarnos que los análisis estaban dentro de la normalidad, paso al ecógrafo y después de un interminable rato observando cómo la tía ponía caras extrañas, se alejaba del monitor, se acercaba, volvía a fruncir el ceño, etc., nos da la noticia de que son ¡dos bebés! (ahora entiendo por qué estaba tan cansada, ¡me tenían absorbida entre los dos!). Yo no sabía si reir, llorar, gritar, callar. En fin, la noticia no me terminó de gustar, pero ahí estaban mis dos angelitos y al momento ya los quería con el alma. "Peeero....." ¿Cómo que pero? ¿Pasa algo? ¿Están bien? “Uno sí, pero el otro....” ¿El otro? ¿Qué le pasa? Pues parecía que algo no iba bien en el otro bebé, tenía el pliegue nucal muy aumentado y algún problema en el corazón.

Nos dieron cita para la consulta de alto riesgo una semana después, a la que acudimos tras haber repetido la analítica, pues también dudaban con el tiempo de gestación, al ser uno de los bebés un poco más pequeño que el otro. Fue en esta consulta donde me dieron la peor noticia de mi vida: “no hay latido en ninguno de los dos fetos”. Aquí por poco dejo de tener latido yo misma. En una semana habíamos pasado de un bebé a dos y de dos a ninguno.

Al día siguiente ingresé para “parir” a mis angelitos. Y digo parir porque me dilataron para que salieran por sí solos y así poder analizarlos enteros. Resultado de anatomía patologíca: ¡¡ninguno de los dos fetos tenía malformaciones!! Entonces... ¿qué es lo que vieron en la primera ecografía? ¿Para qué me dieron ese tremendo disgusto por el que, estoy casi segura, se pararon esos dos corazoncitos? En fin.....

Bueno, pues a día de hoy estamos de nuevo manos a la obra. Tenía pensado abrir el blog cuando cantase el positivo, pero es que no puedo aguantar la espera. Esperar al positivo ya me parece demasiado ¡¡como para también esperar por otras cosas!! (por cierto, en breve os cantaré el positivo, ¡lo sé!).

A estas alturas supongo que ya habréis descifrado el significado del nombre del blog “donde caben dos...”. A parte de que estaremos encantadísimos de aumentar la familia y así dejar de ser dos en casa, donde se alojaron dos (dentro de mí) se puede volver a alojar uno, dos o los que vengan, porque igual que en su día la noticia de dos me sentó como un jarro de agua fría, ahora lo único que quiero es que lo que tenga que venir, que venga sano y que ni sufra ni nos vuelva a hacer sufrir como lo hicimos hace ya cuatro meses....

Otro día os contaré cómo estoy intentando dar esquinazo a este universo que tanta manía me tiene.

1 comentario:

  1. Me siento muy identificada con esta entrada que escribiste hace ya tiempo. Hace poco que empecé a escribir mi blog por lo mismo que tú: ¡Necesito desahogarme! Sólo quien ha pasado por esto puede entendernos y auqnue parezca que ya está dicho todo en internet, todavía hay espacio para que nosotras gritemos al mundo lo que se nos pasa por la cabeza en estos momentos tan duros. He leído tus últimas noticias, ¡enhorabuena! Leer tan buenas noticias de muchas de las blogueras que empezaron hace tiempo donde me encuentro yo ahora misma es lo único que me anima a seguir. ¡Mucha suerte con tu bebé!

    ResponderEliminar

Por favor, no dejes de comentar en el blog, es lo que le mantiene vivo!!